miércoles, 16 de febrero de 2011

Susúrrame al oído

A petición de un/a lector/a comenzaré mi andadura sensorial escribiendo sobre el oído.

Inicio el tema con una frase: No actuamos de forma racional, dejamos que nuestros sentidos nos engañen.

¿Cómo actúa el oído en el marketing?

El sonido es captado por nuestros órganos auditivos y el producto o servicio es evaluado en la corteza cerebral mediante la apreciación de la intensidad de las sensaciones que se experimentan durante la interacción. Así, nos gustará o disgustará según la apreciación que nuestro cerebro haga de las sensaciones que nos provoca.

En la industria del automóvil, el sonido del motor es sumamente importante. Imagina el sonido de un buen motor al arrancar ¿tendrá el coche que lo equipa más posibilidades de éxito?

Todo depende de nuestras percepciones.

El estudio del sonido es también importante es la industria de los electrodomésticos. Un ejemplo concreto son las aspiradoras. El cliente busca en ellas una aspiración fuerte y potente, que succione bien. Esto les lleva a una percepción de potencia y de que la máquina limpia realmente bien. Por el contrario, se rechazan ruidos externos que puedan perturbar la percepción. Si escuchas un ruido diferente, extraño, no propio de una aspiradora, la sensación será falta de seguridad.

El marketing tiene mucho que ver incluso con el sonido del envase de un alimento. ¿No da la sensación de seguridad el pedir un Trina y sentir ese sonido característico al desenroscar el tapón?

Yendo más allá, también es estudiado el sonido que hace el alimento al consumirlo. ¿Recuerdas el sonido producido al morder un Magnum? ¿o el sonido del crujiente chocolate Crunch? Nada es coincidencia.

La sopa puede estar fría o caliente, pero debe tener la temperatura adecuada, y eso se soluciona con un termómetro. Lo mismo pasa con el sonido. Se busca el sonido perfecto y, en muchas ocasiones, el éxito del producto entrará por nuestros oídos.

viernes, 11 de febrero de 2011

¿Me permites seducirte?

¿Por qué tus clientes se acuestan con otro si dicen que les gustas tú?

En numerosas ocasiones, el marketiniano se encuentra con un problema: la información recogida de los consumidores a través de cuestionarios luego no tiene nada que ver con lo que se observa en la realidad. Prácticamente, el 90% de las decisiones que tomamos como consumidores tienen su origen en modalidades que se alojan en las profundidades de nuestra mente y que nosotros mismos desconocemos.

Este hecho involuntario explica por qué suele haber tanta diferencia entre lo que las personas manifiestan cuando responden una encuesta o interactúan en un focus group y lo que luego verdaderamente hacen cuando el producto es lanzado al mercado.

En este contexto los sentidos tienen un papel clave y fundamental. El futuro del marketing está en estudiar nuestros comportamientos subconscientes para influir en nuestras decisiones de compra.

Durante los próximos días mis posts estarán dedicados a cada uno de los cinco sentidos.

¿Alguna preferencia, queridos lectores?

Con la imagen seleccionada de un niño llamado Iván, intento transmitir lo primitivo de los sentidos, la esencia. Un niño conserva esa esencia con menos perturbaciones que un adulto, en estado puro.